Se sabe que diversas cualidades sensorias, motoras se encuentran alteradas luego de una lesión. Una lesión músculo esquelética puede llevar a la inestabilidad mecánica y a la disminución de la agudeza propioceptiva. La propiocepción es definida como el conjunto de informaciones aferentes procedentes de las articulaciones, músculos, tendones y otros tejidos enviados al sistema nervioso central (SNC) para su procesamiento, influyendo en las respuestas reflejas y el control motor voluntario. La propiocepción contribuye al control de la postura, estabilidad articular y diversas sensaciones conscientes. La propiocepción hace parte de un sistema denominado sistema somato sensitivo.
La disminución de la propiocepción genera indirectamente alteraciones en el control neuromuscular, que, asociado a la inestabilidad mecánica, lleva a la inestabilidad funcional. La inestabilidad funcional, consecuentemente, predispones a nuevas lesiones y de esta forma se inicia un ciclo de lesiones. Así, el proceso de rehabilitación debe ser planeado de modo a revertir estas alteraciones, permitiendo a los pacientes retornar al nivel pre lesión, por medio de la integración de las sensaciones periféricas relativas a la propiocepción y a procesar estas señales en respuestas motoras eficientes, atenuando o revirtiendo totalmente la inestabilidad funcional originada por la lesión.
Cuatro son los elementos que deben ser focalizados para restablecer el déficit sensorio motor: propiocepción, estabilización dinámica, control neuromuscular reactivo y patrones motores funcionales. Los mecanismos de propiocepción involucran tanto vías voluntarias como involuntarias. Por ello, los ejercicios prescritos deben contener tantos estímulos voluntarios, para estimular la cognición, así como alteraciones repentinas e inesperadas de la posición articular, para iniciar la actividad refleja de la musculatura. Los ejercicios prescritos deben involucrar equilibrio en superficies inestables, al mismo tiempo que el individuo realiza actividades funcionales.
La estabilidad articular dinámica es definida como la capacidad de resistir a una perturbación o retornar rápidamente a la postura adecuada luego de las perturbaciones. Las estrategias para el mantenimiento de la estabilidad articular dinámica son la co-contracción entre músculos agonistas y antagonistas, y la activación muscular anterior a una sobrecarga articular, controlada por el mecanismo de “feedfowar”. Esta ocurre debido a las informaciones sensoriales periféricas generadas en experiencias pasadas y que son aprendidas, almacenadas y utilizadas para planear y ejecutar la actividad muscular adecuada. Esta activación muscular ocurre en preparación para la absorción de las cargas mecánicas que le siguen.
Con el objetivo de generar patrones de activación muscular adecuados, se deben estimular posturas vulnerables que requieran de una gran estabilización muscular preparatoria y reactiva. A pesar de que hay cierto riesgo en estimular estas posturas, el entrenamiento realizado de manera controlada y progresiva, genera las adaptaciones sensorio motoras adecuadas para estimular la capacidad y confianza del paciente, para de ese modo volver al nivel previo a la lesión.
Los ejercicios que involucren entrenamiento excéntrico, son los más eficientes para aumentar la rigidez dinámica preparatoria y reactiva (Leporaci, Metsavaht y Sposito, 2009)
El Acquacontrole es un tratamiento acuático innovador que consigue trabajar todos estos mecanismos para restablecer el control motor, la propiocepción y fortalecer los músculos profundos y estabilizadores del cuerpo. El agua es un medio extremadamente inestable, donde es posible trabajar la funcionalidad con el desafío de mantener la estabilidad corporal.
Acquacontrole es la práctica de controlar el cuerpo (capacidad de equilibrio y coordinación de los movimientos con precisión) en medio líquido utilizando estrategias y estímulos psicofísicos (manipulaciones de atributos y características físicas y sus repercusiones y representaciones subjetivas, a través de experiencias sensorio perceptivas, accesibles por el consciente) diversos suministrados por un instructor que ira a desafiar al individuo o al grupo a trascender (ir más allá de sus capacidades) y estimular al máximo el sistema neuromuscular. Siempre buscando la funcionalidad específica de cada individuo, volviendo la rehabilitación más rápida y eficaz.
El Acquacontrole utiliza las bases posturales del Halliwick, principalmente las isométricas que trabajan co-contracción muscular, pero adaptado con flotadores. Los ejercicios son realizados con la espiración profunda y controlada del Isostretching, para mejorar la movilidad del diafragma, el ritmo del tiempo de trabajo y controlar la contracción abdominal. Absorbe de Feldenkrais la consciencia corporal, a través de los toques del terapeuta y de los movimientos coordinados con atención completa, desarrollando el aprendizaje sensorio motor y ayudando al paciente a escucharse y sentirse. De la cultura oriental, de las artes marciales y del yoga, incorpora las nociones de concentración, equilibrio, percepción, control corporal y flexibilidad. También se basa en la contrología de Joseph Pilates, empleando sus principios (respiración, centralización, concentración, control, precisión y fluidez). La diferencia es que no existe pura isometría en la metodología de Pilates.
Para mantener u buen control de tronco, es preciso conseguir estabilidad en varios tipos de base de sustentación. Además de eso necesitamos conseguir movernos en todos los planos de movimiento y direcciones (antero-posterior, latero-laterales, rotacionales y diagonales) y ser funcionales en todas ellas. Y más aún no solo moverse, más también ir hasta el límite de la estabilidad y conseguir volver para el medio, o sea, debemos conseguir ir para la asimetría y volver a la simetría. Los músculos estabilizadores, esencialmente trabajados en el Acquacontrole auxilian en esa función. Buscando estabilidad en el centro para la funcionalidad en las extremidades, minimizando el riesgo de lesiones y compensaciones.
En el inicio es priorizado el aprendizaje motor, son aplicados ejercicios de corrección de los desequilibrios de fuerzas y de entrenamiento de resistencia muscular. El aprendizaje motor se refiere a la adquisición y al refinamiento del movimiento, de la postura y de la coordinación, que por medio de la repetición y del entrenamiento, conduce a una modificación permanente del desempeño del control motor, ya que el sistema nervioso está sujeto a la plasticidad y el aprendizaje. El objetivo es enseñar al paciente la correcta idea de movimiento y postura, esto es, recuperar las habilidades motoras que fueron perdidas por causa de la lesión. En una fase más avanzada, priorizamos la automatización con objetivo de realizar los ejercicios de manera subjetiva dentro de las actividades de la vida diaria, manteniendo la estabilización durante toda la demanda.
El resultado es un cuerpo activado y extremadamente funcional, una respiración fluida y natural, una sensación de equilibrio tónico de cadenas musculares. Proporciona un amplio beneficio para el cuerpo humano, estimulando la circulación, mejorando la flexibilidad, la postura, la percepción corporal, el control motor y el condicionamiento del cuerpo (físico y mental) en general. El Acquacontrole solamente no trabaja la parte aeróbica. Es ideal para el tratamiento de pacientes neurológicos, ortopédicos, geriátricos y hasta atletas y bailarines profesionales.
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Ana Paula Francisco Chediek
Fisioterapeuta, terapeuta acuática, magíster en ciencias de la salud por el Dep. de Ginecología y Obstetricia de la FMRP-USP. anachedieck@gmail.com
Referencia: Leporace G, Metsavaht L, Sposito MMM. Importancia del entrenamiento de la propiocepción y del control motor en la rehabilitación luego de lesiones musculo esqueléticas. Acta Fisiatr. 2009;13(3):126-131