Traducción básica para espanhol latino del documento International Guidelines and Good Practice Standards for Aquatic Physiotherapy Intervention – IOAPT
INTRODUCCIÓN
Este documento es el primer trabajo desarrollado por la IOAPT (Organización Internacional de Fisioterapeutas Acuáticos), un Grupo Especializado de World Physiotherapy (WP), con el propósito de orientar la buena práctica de la fisioterapia en un entorno acuático. Uno de los objetivos de la IOAPT es fomentar la comunicación, el intercambio de información y promover altos estándares de buenas prácticas a nivel mundial. Con la creación de este documento, la IOAPT busca mejorar la calidad del cuidado brindado a nuestros usuarios/clientes.
Las “Directrices Internacionales y Normas de Buenas Prácticas para la Intervención en Fisioterapia Acuática” proporcionan un modelo para ayudar a fisioterapeutas de diferentes países alrededor del mundo, orientando su práctica y brindándoles estándares aceptables. Estas directrices y normas cubren diversas áreas, incluyendo el nivel de educación en fisioterapia acuática, la seguridad, la práctica ética y profesional.
Las directrices relacionadas con el nivel educativo recomendado reconocen que los fisioterapeutas deben dominar los conocimientos de biomecánica, comprender las leyes y propiedades del agua (mecánica de fluidos), que afectan al cuerpo sumergido del usuario/cliente, asegurando así un servicio de alta calidad y profesional. En este contexto, se puede argumentar y enfocar los esfuerzos para justificar que la fisioterapia acuática constituye una especialidad. La IOAPT reconoce que existe una diversidad en la oferta global de fisioterapia acuática, y estas directrices proporcionan la base fundamental sobre la cual construir esta especialidad.
Este documento describe los estándares básicos que pueden considerarse para ofrecer una práctica segura y responsable en la fisioterapia acuática a nivel mundial. Esto incluye la seguridad en el área de la piscina, la calidad del agua, la seguridad del usuario/cliente, la seguridad del fisioterapeuta acuático, el trabajo interdisciplinario, los procedimientos administrativos y metodológicos, la ética, la práctica profesional y las normativas, entre otros.
Es importante reconocer que este documento no es definitivo y presenta la información mínima a considerar cuando se trabaja con nuestros clientes para garantizar su seguridad. Se alienta a consultar las normativas y directrices específicas de cada país o estado relacionadas con el control de piscinas y protocolos de seguridad. Los fisioterapeutas acuáticos son responsables del deber de cuidado hacia los usuarios/clientes, considerando intervenciones y condiciones adecuadas.
I – REQUISITOS PROFESIONALES PREVIOS
FISIOTERAPIA ACUÁTICA:
La fisioterapia acuática implica la aplicación de la fisioterapia en un entorno acuático único, lo que requiere una comprensión integral de la física, fisiología, protocolos de evaluación y tamizaje, medidas de seguridad, razonamiento clínico, práctica basada en la evidencia y normativas legales específicas, especialmente aquellas relacionadas con la calidad del agua y el control de infecciones.
Los componentes esenciales del conocimiento en este campo abarcan la gestión de riesgos para garantizar una práctica segura, así como la adquisición de habilidades y experiencia necesarias para un tratamiento eficaz.
EL FISIOTERAPEUTA ACUÁTICO DEBE:
- Tener formación básica en fisioterapia acuática;
- Poseer los conocimientos y habilidades necesarias para ofrecer una práctica segura y efectiva;
- Participar en el desarrollo profesional continuo en el área de fisioterapia acuática, incluyendo aprendizaje informal, mentoría o supervisión, lectura de literatura especializada, resolución de problemas, observación de colegas con experiencia y discusiones clínicas basadas en casos;
- Mantener una práctica activa regular (clínica, pedagógica y/o científica);
- Considerar como referencia el documento de la IOAPT “Perfil de Competencias del Fisioterapeuta Acuático” para definir el alcance profesional.
II – REQUISITOS PARA UNA BUENA PRÁCTICA
La IOAPT reconoce la gran disparidad global existente en la formación básica en fisioterapia acuática. La duración de las sesiones educativas varía entre cursos y programas formativos. Además, algunos cursos ofrecen poca o ninguna formación directa en fisioterapia acuática.
Dado que se espera que los fisioterapeutas recién graduados trabajen de forma autónoma en fisioterapia acuática en diversos entornos —como hospitales, comunidades, clínicas ambulatorias y prácticas privadas en todo el mundo— se vuelve crucial que los programas formativos de nivel inicial los capaciten con los conocimientos y habilidades esenciales para este campo.
Se sugiere que los siguientes requisitos sean incluidos para garantizar una práctica segura y eficaz en fisioterapia acuática:
EL FISIOTERAPEUTA DEBE:
Usar el documento de la IOAPT “Directrices Internacionales y Normas de Buenas Prácticas para la Intervención en Fisioterapia Acuática” como guía y:
1. Poseer conocimientos relevantes para garantizar un tratamiento eficaz y seguro del usuario/cliente en una unidad de fisioterapia acuática:
1.1. Tener conocimiento de los principios hidrostáticos e hidrodinámicos (propiedades del agua y mecánica de fluidos) y saber aplicarlos adecuadamente al diseñar un programa de intervención/ejercicio personalizado;
1.2. Comprender los cambios fisiológicos que ocurren en el cuerpo humano durante la inmersión;
1.3. Identificar las indicaciones, contraindicaciones y precauciones de la fisioterapia acuática para realizar un tamizaje efectivo y prevenir situaciones de riesgo;
1.4. Reconocer los beneficios y desventajas de la fisioterapia acuática en cada caso, según la limitación funcional específica;
1.5. Reconocer y aplicar técnicas de fisioterapia acuática e implementar una estrategia adaptada a cada usuario/cliente;
1.6. Fomentar el trabajo en equipo con otros profesionales (colegas fisioterapeutas, entrenadores de natación, asistentes, etc.);
1.7. Aplicar prácticas basadas en la evidencia y razonamiento clínico en esta área;
1.8. Tener conocimiento y entrenamiento regular en todos los procedimientos de emergencia y evacuación de la piscina;
1.9. Guiar y supervisar la formación de asistentes (si los hay), asegurándose de que comprendan y ejecuten correctamente los procedimientos de emergencia, evacuación y técnicas de transferencia.
2. Tener la capacidad de aplicar sus conocimientos al usuario/cliente:
2.1. Evaluar y registrar correctamente al usuario/cliente (evaluado en tierra y en agua), conforme al documento de la IOAPT;
2.2. Considerar siempre el grado de adaptación y respuesta del usuario/cliente al medio acuático;
2.3. Seleccionar el método seguro de entrada/salida del usuario en la piscina, con base en su evaluación previa;
2.4. Desarrollar e implementar un programa de intervención progresivo que se ajuste a las necesidades y objetivos del usuario/cliente;
2.5. Realizar reevaluaciones periódicas para ajustar el programa de intervención;
2.6. Informar a los usuarios sobre las normas de la piscina y los requisitos de higiene. Esta información puede entregarse en formato de folleto;
2.7. Tener conocimientos de salud ocupacional y control de infecciones para una adecuada evaluación y prevención.
3. Los fisioterapeutas que desean especializarse en fisioterapia acuática deben:
3.1. Ser un profesional que, además de su formación básica, cuente con capacitación complementaria y experiencia profesional que demuestre su especialización en fisioterapia acuática;
3.2. Tener la competencia para garantizar las condiciones necesarias para cumplir con las normas de buena práctica en fisioterapia acuática:
- Comprender los principios básicos del diseño de piscinas en cuanto a accesibilidad, profundidad y dimensiones;
- Conocer los estándares de gestión de piscinas utilizadas para fisioterapia acuática;
- Garantizar condiciones esenciales de seguridad e higiene;
3.3. Haber realizado al menos una pasantía/práctica clínica en fisioterapia acuática durante su formación básica o avanzada;
3.4. Tener conocimientos básicos de primeros auxilios.
Todos los fisioterapeutas que trabajen dentro del campo de la fisioterapia acuática, así como los coordinadores en ese entorno, deben garantizar que su labor cumpla con los principios de buena práctica en fisioterapia.
III – NORMAS INTERNACIONALES DE BUENAS PRÁCTICAS PARA LA PRESTACIÓN DE SERVICIOS DE FISIOTERAPIA ACUÁTICA
Las normas descritas a continuación tienen como objetivo proporcionar un estándar de referencia para la prestación de servicios de fisioterapia en entornos acuáticos. En términos generales, buscan establecer criterios de gestión, seguridad, higiene, técnicos y funcionales que deben observarse en piscinas y centros dedicados a la fisioterapia acuática.
Este documento debe considerarse una guía, reconociendo que cada país puede tener sus propias leyes y regulaciones, que deben ser revisadas en relación con cada tema mencionado a continuación.
Definiciones aplicables:
- Piscina: Instalación artificial, cubierta o descubierta, compuesta por una o más superficies de agua dentro de un contenedor, destinada a actividades deportivas, educativas, recreativas y/o terapéuticas.
- Piscina de uso público: La definición varía según la legislación de cada país.
- Piscina de fisioterapia acuática (interior): Piscina cubierta donde se realizan intervenciones de fisioterapia que utilizan el medio acuático para aplicar técnicas específicas dentro de programas terapéuticos o de prevención, ya sea de forma individual o grupal.
- Piscina terapéutica: Piscina pública, privada, comunitaria, hospitalaria o termal diseñada principalmente con fines terapéuticos, en la cual se realiza intervención de fisioterapia acuática.
- Cuba o tanque: El depósito donde se contiene el agua y donde se realizan las actividades.
- Borde/Pasarela/Área perimetral: Zona peatonal alrededor del tanque de la piscina, que incluye áreas de circulación, entrada y salida, etc.
- Asistente operativo de piscina: Persona que trabaja en la institución donde se practica fisioterapia acuática. Debe estar entrenada en técnicas de emergencia, evacuación, transferencia y conocer las normas de buenas prácticas, colaborando con el fisioterapeuta en la seguridad.
- Salvavidas: Técnico calificado para actuar en caso de emergencia en el agua. Su formación varía según la legislación de cada país. Debe ser competente para prevenir, asistir y aplicar soporte vital básico en piscinas, playas u otras instalaciones con vigilancia obligatoria.
Conocimiento normativo y legal
El fisioterapeuta acuático debe conocer las regulaciones y aspectos legales aplicables, cumpliendo con los códigos y leyes relacionados con instalaciones acuáticas en su país. Es fundamental considerar:
- El reglamento de instalaciones,
- El plan de mantenimiento,
- El plan de calidad higiénica de la piscina y alrededores,
- La elaboración de manuales de procedimientos.
1. Instalaciones
1.1. Accesibilidad y condiciones arquitectónicas
El acceso al agua, la relación entre el nivel del agua y el suelo del borde, la calidad higiénica y los procedimientos de mantenimiento deben garantizar confort y seguridad para todos los usuarios.
El fisioterapeuta debe evaluar el acceso a la piscina, incluyendo escaleras, rampas, elevadores mecánicos o hidráulicos para usuarios con discapacidad. En ausencia de legislación específica, se deben seguir estas directrices de la IOAPT.
Debe tenerse en cuenta:
- Inspección periódica del suelo de la piscina y áreas circundantes;
- Accesos señalizados, duchas de pies, pasamanos, escalones marcados, rampas, elevadores hidráulicos (preferentemente no eléctricos), etc.;
- Mantenimiento periódico de sistemas de elevación por personal calificado.
1.2. Áreas sanitarias y vestuarios
El fisioterapeuta debe trabajar en instalaciones que ofrezcan áreas de higiene personal para los participantes y para sí mismo, con la debida accesibilidad.
Recomendaciones:
- Informar por escrito o verbalmente a los usuarios sobre normas de higiene y comportamiento (ducha antes de entrar, informar sobre enfermedades contagiosas, ropa adecuada, etc.);
- Uso correcto de áreas de almacenamiento de material (flotadores, boyas, etc.);
- Verificación periódica del estado del material/equipo;
- Presencia de sistemas de alarma y equipamiento de emergencia que cumplan con la normativa local.
1.3. Señalización
Debe haber señalización clara en vestuarios y áreas de piscina, incluyendo mensajes como:
- “Cuidado: piso mojado”;
- “Prohibido ingresar sin personal autorizado”.
Se recomienda consultar organizaciones especializadas en salvamento para orientación adicional.
2. MANTENIMIENTO Y TRATAMIENTO DEL AGUA DE LA PISCINA
2.1. Mantenimiento higiénico-sanitario del agua
Aunque los fisioterapeutas que utilizan piscinas para fisioterapia acuática no son directamente responsables de su gestión, deben asegurarse de que las condiciones se ajusten a los estándares descritos en estas directrices.
Ante cualquier efecto no deseado derivado del uso del agua, se debe documentar y notificar inmediatamente a los responsables de la piscina. Por lo general, es obligatorio que los gestores de la piscina mantengan un registro diario con las mediciones químicas y microbiológicas del agua, disponible para consulta.
En caso de ausencia de normativas locales, se recomienda seguir las siguientes directrices:
2.1.1. Condiciones básicas
El agua debe mantener condiciones óptimas de desinfección, transparencia y claridad (excepto en estructuras termales donde esto puede ser difícil de lograr). Esto exige:
- Control bacteriológico
- Control de temperatura
- Tratamiento físico-químico
- Filtración y aspiración adecuadas
El CDC (Centers for Disease Control and Prevention, EE.UU.) en 2020 estableció que la filtración debe realizarse como mínimo durante 8 horas al día.
2.1.2. Análisis físico-químicos
Aunque son realizados por técnicos especializados, el fisioterapeuta también debe saber cómo realizar e interpretar estas mediciones para tomar decisiones adecuadas y garantizar la seguridad del usuario.
2.1.3. Resultados visibles
Los resultados de los análisis deben estar disponibles en lugares visibles y archivados, para poder ser consultados por la institución cuando sea necesario.
2.1.4. Parámetros de tratamiento físico-químico del agua
Cuando la desinfección se realiza exclusivamente con cloro:
- Cloro libre:
- 0,5 a 2,0 mg/l (pH entre 6,9 y 7,4)
- 1,0 a 2,0 mg/l (pH entre 7,5 y 8,0)
- Cloro total: máximo = cloro libre + 0,5 mg/l
- pH: menor de 8,0, ideal entre 6,9 y 7,4
- Alcalinidad total: entre 75 y 150 mg/l de CaCO₃
- Dureza del agua (calcio + magnesio): 150–300 ppm
- Sólidos totales disueltos: 500–1250 ppm
2.1.5. Frecuencia de pruebas del agua
- Diarias:
- Transparencia
- Cloro (2 a 3 veces al día)
- pH (2 veces al día)
- Limpieza y aspirado de la piscina
- Semanales:
- Alcalinidad total
- Dureza del agua
- Equilibrio del agua
- Análisis bacteriológicos (en laboratorio)
- Desinfección de paredes, escaleras, materiales y equipos
- Revisión de filtros
- Mensuales:
- Prueba electrónica de sólidos disueltos totales
- Análisis bacteriológico más detallado
2.1.6. Parámetros microbiológicos
Deben analizarse dos veces al mes, excepto la Legionella, que se analiza cada tres meses. Se busca detectar:
- Escherichia coli
- Pseudomonas aeruginosa
- Estafilococos totales y coagulasa
- Coliformes totales
- Estreptococos fecales
- Estafilococos totales
- Microorganismos viables
- Legionella
2.2. Temperatura del agua
La temperatura ideal del agua para fisioterapia acuática debe mantenerse entre 30 °C (86 °F) y 35 °C (95 °F), de acuerdo con el tipo de usuario o programa.
⚠️ A temperaturas superiores a 30 °C hay mayor riesgo de proliferación bacteriana, por lo que se requieren controles más estrictos.
2.3. Temperatura y humedad del ambiente
Altas temperaturas y humedad pueden afectar la salud de usuarios y profesionales, y aumentar los costos energéticos. Se recomienda:
- Temperatura ambiental confortable en el entorno de la piscina;
- Temperatura en vestuarios y zonas de descanso entre 22 °C en invierno y 28 °C en verano.
2.4. Vaciado del agua de la piscina
Vaciado parcial cuando:
- Exceso de cloro
- Exceso de sólidos disueltos
- Contaminación del agua
Vaciado total cuando:
- Contaminación severa no resuelta
- Mantenimiento anual
2.5. Iluminación y acústica
La piscina y su entorno deben estar bien iluminados, garantizando visibilidad y seguridad. Además, es importante mantener un ambiente acústico adecuado.
Recomendaciones:
- Uso moderado o controlado de música en sesiones;
- Comunicación verbal y no verbal adaptada a los usuarios;
- Informativos escritos para observadores/público presente.
3. SEGURIDAD DEL PERSONAL Y DEL USUARIO/CLIENTE
El fisioterapeuta que trabaja en el entorno acuático debe tener formación continua y adecuada (cantidad de horas de capacitación específica) para poder ejercer fisioterapia acuática. Además, debe estar capacitado en todos los aspectos de seguridad relacionados con el manejo de usuarios/clientes y en los procedimientos de emergencia y evacuación, para actuar con seguridad y conforme a las buenas prácticas.
3.1. Capacidad
Las condiciones físicas, habilidades, patologías específicas y discapacidades de los usuarios, así como las dimensiones de la piscina, deben determinar la cantidad de personas en el agua.
- Para intervención individual, se recomienda un área de 4 m² por persona.
- Para intervenciones grupales, se requiere entre 2 m² y 4 m² por persona, dependiendo de la profundidad de la piscina, el estado de salud, independencia y actividad que se realiza.
3.2. Personal y operación
3.2.1. Asistentes operativos
En cualquier tipo de intervención acuática puede haber un asistente operativo, dentro o fuera del agua, siempre que el fisioterapeuta lo considere necesario. En instituciones públicas, como piscinas municipales, se recomienda la presencia constante de un salvavidas.
3.2.2. Formación en primeros auxilios
Todo el personal, incluyendo fisioterapeutas, debe tener formación en primeros auxilios y seguridad en el trabajo, lo que reduce el número de accidentes y lesiones.
3.2.3. Competencia en seguridad acuática
Se recomienda que el personal tenga conocimientos en seguridad acuática básica para asegurar habilidades de natación y alcanzar como mínimo:
- Competencia acuática: aprender a evitar peligros, desarrollar habilidades fundamentales de seguridad en el agua, saber prevenir y responder ante emergencias por ahogamiento. Incluye:
- Seguridad acuática
- Habilidades de natación
- Capacidad para ayudar a otros
- Capas de protección: incluir barreras físicas, chalecos salvavidas y supervisión cercana.
- Manejo de protocolos de emergencia: cómo ayudar a alguien con problemas en el agua de forma segura, pedir ayuda de emergencia y aplicar RCP.
3.2.4. Simulacros y protocolos
El fisioterapeuta y el personal deben conocer los protocolos de emergencia de la instalación y realizar simulacros periódicos con usuarios y asistentes, incluyendo:
- Planes de contingencia
- Rutas de evacuación en caso de accidentes
3.2.5. Información previa al usuario
Debe proporcionarse información escrita y/o verbal al usuario sobre:
- Áreas de acceso (escalones, pasamanos, profundidades, uso correcto de materiales, postura en el agua, etc.);
- Uso de calzado adecuado para circular en el borde de la piscina;
- Normas de higiene/salud y precauciones.
3.2.6. Pausas y jornada laboral del fisioterapeuta
El fisioterapeuta debe tener pausas regulares fuera del agua durante el día. Lo ideal es no trabajar más de 2 a 3 horas consecutivas en el agua, con un máximo diario de 5 a 6 horas. Debe incluirse tiempo para higiene post-sesión y recuperación.
El empleador puede ofrecer apoyo adicional para garantizar el bienestar del fisioterapeuta acuático, como:
- Equipamiento adecuado
- Seguro profesional
- Reducción de carga horaria
- Remuneración proporcional
- Hidratación y descanso
3.2.7. Uniforme profesional
El fisioterapeuta debe usar un uniforme profesional adecuado tanto dentro como fuera del agua. Ejemplos:
- Gorro de baño
- Chanclas antideslizantes
- Traje de baño
- Bata o camiseta/pantalones cortos cuando está fuera del agua (para mantener la temperatura corporal)
4. Metodología de atención al paciente / Metodología de intervención con usuarios/clientes
4.1. Modalidad uno a uno – Fisioterapia Acuática Individual
Esta modalidad está centrada y basada en la atención individualizada y personalizada, tras una evaluación clínica con resultados a medir mediante pruebas basadas en el rendimiento. Permite la atención directa a cada limitación física que el cliente/usuario presenta en el agua, incluyendo la seguridad y cómo controlar los movimientos de manera independiente en el medio acuático. Uno de los principales objetivos es proporcionar un tratamiento individualizado durante un tiempo determinado, con un plan específico para alcanzar metas específicas.
Algunos beneficios de la fisioterapia acuática uno a uno son:
Permite un tiempo de calidad para demostrar, observar y modificar ejercicios;
Puede incluir tiempo para terapia manual;
Ofrece un mayor nivel de privacidad para mejores resultados terapéuticos;
Las sesiones pueden establecer una relación entre el fisioterapeuta y el cliente que facilite una atención eficaz;
Puede fomentar el desarrollo del movimiento independiente en el agua por parte del usuario/cliente;
Puede incluir un componente educativo para mejorar la comprensión de su condición y estrategias de autocuidado.
Se recomienda encarecidamente que un fisioterapeuta que solo ofrece servicios en tierra remita al cliente a los servicios de un fisioterapeuta con habilidades en fisioterapia acuática.
4.2. Modalidad grupal – Fisioterapia Acuática en Grupo
Esta modalidad puede realizarse de diversas formas, por ejemplo:
Grupo de clientes/usuarios con diferentes condiciones, pero con un objetivo común;
Grupo de clientes/usuarios que participan como parte de una clase diseñada para necesidades específicas, como embarazo, condición física general, movilidad del adulto mayor o personas con artritis.
La actividad física en grupo promueve una actividad lúdica, la comunicación entre los participantes y fomenta la socialización. Es una modalidad que facilita la consolidación de relaciones interpersonales con comunicación, respeto y el sentimiento de apoyo mutuo; un apoyo que todos podemos ofrecer, independientemente de nuestras capacidades físicas.
Al trabajar en grupo, los fisioterapeutas deben estar atentos a identificar si algún cliente presenta limitaciones físicas complejas que responderían mejor en un entorno individual y derivarlo a sesiones uno a uno si se identifica que esto sería mejor para su rehabilitación.
5. Práctica ética y profesional del fisioterapeuta acuático
5.1. Código ético y deontológico – Todos los clientes/usuarios tienen derecho a:
Recibir atención profesional con entendimiento mutuo del proceso y objetivos específicos para lograr resultados reales y funcionales;
Mantener la confidencialidad de su identidad y condición;
Toda documentación (audio, visual o escrita) debe realizarse con consentimiento escrito del paciente;
Mantener una relación profesional con el paciente. Cualquier conducta interpretada como ofensiva desde el punto de vista sexual será reportada;
Al inicio, el cliente/usuario debe ser informado sobre contraindicaciones, riesgos/peligros presentes en el entorno acuático;
Una vez alcanzados los objetivos terapéuticos, y con la comprensión y el consentimiento del cliente/usuario, debe realizarse un proceso de alta, con remisión a revaluación si es necesario;
Documentación de cada servicio en la modalidad uno a uno;
Cualquier evento que ocurra durante la terapia con el cliente/usuario en la instalación es responsabilidad del fisioterapeuta acuático, quien debe gestionarlo junto con el equipo capacitado presente;
El fisioterapeuta acuático debe tener certificación en RCP y contar con seguro de responsabilidad civil que cubra al cliente/usuario y la terapia;
Es muy recomendable revisar la legislación de cada país sobre los derechos y deberes del paciente.
5.2. Formación continua
En general, la formación continua es esencial para el desarrollo profesional dentro de una sociedad cada vez más globalizada y competitiva. A nivel mundial, nuestra profesión evoluciona constantemente, lo que conlleva nuevas oportunidades y desafíos.
La formación continua permite al profesional centrarse regularmente en áreas importantes de su propio desarrollo. Además, debe considerarse como una herramienta para mantenerse competitivo y calificado en las prácticas de fisioterapia acuática.
Una planificación adecuada de la formación continua permite al individuo tomar el control de su desarrollo profesional y sus objetivos laborales. Este empoderamiento personal se traduce en mayor confianza, habilidades mejoradas y, en consecuencia, una mayor capacidad en su práctica.
Se recomienda que cada profesional revise la normativa de su país respecto a los requisitos de educación continua según las leyes profesionales vigentes.
5.3. Documentación y confidencialidad
5.3.1. Comunicación con otros profesionales de la salud:
La documentación refuerza la comunicación con colegas del campo y permite que otros clínicos comprendan el historial del paciente, lo que facilita la continuidad del tratamiento de forma óptima.
5.3.2. Reducción de riesgos legales:
Una documentación exhaustiva y precisa mitiga riesgos y reduce la posibilidad de una demanda por negligencia. Un registro bien documentado sirve como prueba del tratamiento, el progreso y las decisiones clínicas tomadas, como el alta. La documentación es clave para reportes basados en evidencia.
Como fisioterapeutas, documentar la atención del usuario/cliente es una responsabilidad profesional y un requisito legal en la mayoría de países. Es el registro de los servicios que evidencian los resultados obtenidos y respalda el pago por los servicios.
La documentación es crítica para asegurar una atención sanitaria apropiada, integral, eficiente, centrada en la persona y de alta calidad durante todo el proceso de cuidado.
5.3.3. Lista sugerida de documentación requerida:
Estos tipos de documentación se espera que estén disponibles ante cualquier requerimiento, salvo que no se exijan en el entorno local:
Datos demográficos;
Evaluación y plan de tratamiento. Debe incluir diagnóstico y descripción del/los problema(s) específicos, así como todas las condiciones y factores que puedan influir en el tratamiento. Se recomienda incluir resultados de instrumentos de medición funcional. También debe incluir los objetivos del cliente/usuario, metas a corto y largo plazo del fisioterapeuta y plan de progresión;
Notas de tratamiento. Deben incluir al menos:
Lista breve de áreas problemáticas: tono y fuerza muscular, conciencia sensorial, control de esfínteres, coordinación, habilidades comunicativas, estado cognitivo, estado funcional – actividades de la vida diaria (AVD) y movilidad general;
En fisioterapia acuática: duración del tratamiento, temperatura y profundidad del agua, tipo de ejercicios, progresión, resultados positivos, efectos adversos/eventos en el agua, número de sesiones realizadas/planeadas;