1. Comprendiendo la Fascia y su Función

Las capas fasciales del cuerpo están saturadas de receptores que detectan presión, vibración, dolor y movimiento. Estos transmiten al cerebro información sobre la posición del cuerpo en el espacio, las fuerzas que actúan sobre él y los movimientos realizados. Más del 80% de las terminaciones nerviosas libres se encuentran en la fascia musculoesquelética. Cuando ocurre alguna desviación en la función normal del tejido, como trauma, sobrecarga, inflamación o trastornos nutricionales, estas terminaciones emiten señales que el cerebro percibe como dolor.

2. Cambios en las Capas Fasciales

Estas capas pueden experimentar diversas alteraciones, como la reducción de fluidos, engrosamiento y pérdida de elasticidad. Factores como la inmovilización de miembros, períodos prolongados sentados, estrés, emociones negativas, trastornos hormonales y envejecimiento suelen causar estos cambios. Se desarrollan lentamente y, a menudo, pasan desapercibidos durante largos periodos.

3. Investigación Reciente sobre la Fascia

Estudios recientes han demostrado que la fascia no solo tiene una estructura compleja, sino que también desempeña un papel fundamental en la mecánica del cuerpo. Investigadores, como Thomas Meyer, han identificado líneas miofasciales que distribuyen la carga por todo el cuerpo. Muchas de estas líneas comienzan o pasan por los pies, llevando la carga hasta el cráneo.

4. Pérdida de Elasticidad y sus Consecuencias

Cuando una estructura miofascial pierde elasticidad, modifica la dirección y magnitud de la fuerza que ejerce, obligando a otras estructuras a asumir su función. Esta alteración puede resultar en desalineamientos, como bloqueos entre tendones, en la pelvis y en las articulaciones.

5. Adaptación del Cuerpo a Cambios

Con el tiempo, el cuerpo se adapta a estos cambios, reestructurando sus tejidos. Sin embargo, cuando se presenta un factor externo, como un cambio climático o un movimiento brusco, la presión puede exceder el límite tolerable, resultando en dolor.

6. El Dolor como Señal de Alerta

El dolor es un indicativo de que el cuerpo necesita reparaciones. Al inicio del desequilibrio muscular, el tratamiento puede proporcionar un alivio temporal. Sin embargo, si no se altera el estilo de vida y no se restaura el equilibrio muscular, pueden surgir problemas más serios.

7. La Importancia de la Prevención

Si después de la primera señal de dolor no se toman medidas preventivas y correctivas, pronto pueden ser necesarias intervenciones más complejas, como la sustitución de articulaciones.

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